Consejos
Reconocer la parada. Ante cualquier persona desplomada hay que comprobar si respira y responde a estímulos. Si no lo hace hay que avisar al 112 aclarando que es una posible parada cardíaca.
Iniciar las compresiones. Se deben poner ambas manos en el centro del esternón del paciente y hacer compresiones hacia abajo con los brazos extendidos en ángulo recto. Hay que comprimir el esternón hacia abajo unos 4-5 cm, con una cadencia de cien veces por minuto, e intentar que las compresiones sean rítmicas, regulares y sin interrupciones.
Usar el desfibrilador. La desfibrilación consiste en administrar al corazón una descarga eléctrica controlada con un dispositivo que se conoce como desfibrilador externo automático (DEA).
Realizar la reanimación. Finalmente, el cuarto escalón hace referencia a las técnicas de reanimación avanzada que administra el personal sanitario.